Nuestro sindicato, paso a paso

Así como fuimos construyendo nuestro Sindicato, lo cual venimos realizando desde hace años, también es conveniente cumplir con normas legales que actualmente establece el Estado.

Históricamente, los trabajadores organizaron sus sindicatos a través de su propio reconocimiento de ser una unidad, de tener los mismos objetivos, y compartir las luchas, o sea priorizando estos aspectos por sobre los requerimientos legales para ser considerados como tales.

En las luchas iniciales de la clase obrera surgieron gigantescas organizaciones de trabajadores con objetivos sindicales y políticos desde el Siglo XVIII, que unieron a la gran mayoría de los trabajadores. Pero muchas de ellas nunca tuvieron reconocimiento legal, aún así obtuvieron los reclamos por los que luchaban: aumentos salariales, reducción de la jornada laboral, posibilidad de voto, libertad de asociación… Estas organizaciones, en sus inicios, no sólo que no tenían reconocimiento legal, muchas de ellas, incluso, estuvieron expresamente prohibidas por las autoridades, acusadas de ser generadoras de “disturbios”. Sin embargo con el transcurso del tiempo y las luchas, los sindicatos fueron reconocidos por el estado y las empresas.

La inmensa mayoría de los sindicatos “legales” que hoy conocemos, se crearon de esta manera.

Reconociendo que somos un Sindicato de hecho, porque desde hacía tiempo que era muy claro que no había espacio dentro de aquel sindicato para nosotros, y ante la inminencia de las expulsiones, en septiembre del 2008, un grupo de compañeros de todas las Líneas hicimos las presentaciones legales para que el Estado nos reconozca, no sólo de hecho, sino también de derecho.

En esa oportunidad se presentó en el Ministerio de Trabajo un expediente con un Estatuto modelo, los primeros cincuenta afiliados de todos los sectores y la nómina del Consejo Directivo Provisorio. Debido a que todos los datos eran reales y acordes a la ley, en un par de meses el Ministerio finalizó con la instancia de inspección legal, aprobando en todo sentido nuestra presentación. El expediente posteriormente fue firmado por distintas instancias del Ministerio de Trabajo. A partir de esta fecha, el Ministerio tenía noventa días hábiles para otorgarnos la inscripción gremial, pero no lo hizo, o sea, violó la ley.

Junto a este proceso salió el fallo de la Corte Suprema donde defendía la libertad sindical en todos sus aspectos y rechazaba la discriminación entre sindicatos. Por este motivo se pidió en el Ministerio de Trabajo que se igualen las condiciones entre el Sindicato del Subte y ese sindicato. A la vez se presentó una nómina de los primeros mil afiliados que se sumaron durante los dos primeros meses.

Recordemos que por el mes de febrero se realizo el Plebiscito donde la mayoría de los compañeros avaló de hecho la formación del Sindicato. A la vez se iban constituyendo las Secretarías y empezando a funcionar. Con el acuerdo de los distintos sectores en el mes de abril se eligieron Delegados de Línea, conformando el conjunto del cuerpo de nuestro Sindicato. Como el Ministerio de Trabajo no cumplió con los plazos legales para dictar la Inscripción gremial, se presentaron pedidos de “pronto despacho”, uno en enero y el otro en mayo, los cuales tampoco fueron respondidos por el Ministerio de Trabajo.

Por este motivo en estos días se va a solicitar a la intervención de la Justicia, a traves de un Amparo por mora, que en concreto significa que la justicia le pedirá explicaciones a Tomada de por que se demora en firmar.

Mientras seguimos realizando todos los pasos para obtener los “permisos” legales que nos corresponden, día a día seguimos construyendo nuestra organización acá abajo, junto a los compañeros.


Por Manuel Compañez, Secretario General provisorio de la AGTSyP - Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro