Fuente: ABC

[Italia] Las autoridades de Roma, «preocupadas» por la supervivencia del Coliseo por las obras del metro

La tuneladora pasará en breve a solo 13 metros del famoso anfiteatro construido entre el 72 y 80 d. C., en época de los emperadores Vespasiano y Tito, que es visitado por millones de turistas al año.

El gigantesco proyecto de la línea C del metro de Roma ha llegado a su momento más complicado. Lleva en marcha la friolera de 12 años y espera ofrecer una solución al enorme problema de movilidad que padece el centro de la capital italiana. Hace décadas que el tráfico intenso y caótico convive con el Foro Romano, esa imponente colección de templos y basílicas en ruinas que dan una idea de cómo era la antigua Roma. Por sus restos (los templos de Julio César, de la Concordia, de Rómulo, la Casa de las Vírgenes Vestales o el Arco de Tito) pasean cada año millones de turistas.

Entre ellos, el monumento que mejor nos ayuda a comprender la inmensidad del Imperio Romano, el cual se alza a unos metros del Foro y la Plaza Venecia, es el Coliseo. Un majestuoso anfiteatro, construido en el año 72 d. C., por cuya supervivencia están ahora «preocupadas» las autoridades romanas como consecuencia de las obras de la nueva línea de metro. «Este es un trabajo único que muchos pensaron que era imposible, pero lo estamos logrando y hemos reducido el riesgo al mínimo», asegura la jefa del proyecto, Andrea Sciotti, a « The Times».

La capital italiana cuenta con solo dos líneas de metro que se cruzan con una única posibilidad de transbordo: la estación de Termini. El proyecto de esta tercera lleva sobre la mesa desde hace 29 años y se está construyendo desde 2006. En total, 29 kilómetros de distancia que se proyectan y financian por tramos, cada uno con diferentes contratistas. Comienza en los suburbios de Roma y dejará a los pasajeros en el Foro a fines de 2022, con un coste de 790 millones de dólares para el tramo final desde la estación de San Giovanni.

A 13 metros del Coliseo

Ahora, después de años de retrasos, crecientes presupuestos que han sobrepasado con creces la previsión inicial e, incluso, denuncias de soborno, el túnel de la línea C está apunto de acercarse al famoso Foro, uno de los conjuntos arqueológicos más importantes del mundo. Está previsto que llegue en julio, pasando a solo 13 metros del gran Coliseo, construido en época de los emperadores Vespasiano y Tito.

Sciotti ha admitido los riesgos que esto conlleva. El anfiteatro no solo es el monumento más importante de la zona, también el más frágil. Por eso, un equipo de ingenieros trabaja intentando detectar el menor movimiento o desplazamiento de los ladrillos de este y del resto de los edificios del Foro, que es la concentración de ruinas más densa del mundo. Sobre todo ahora, que la enorme tuneladora avanza hacia el Coliseo a razón de diez metros al día. Este, además, está asentado sobre dos orillas de tierra distinta, una de las cuales es más suave que la otra. «Ese cambio de la tierra hace que la obra sea una preocupación», admite la jefa de la obras al diario británico.

Tras admitir el riesgo de que el monumento se pueda ver afectado, los expertos aseguran que es importante, también, que la presión del aire se mantenga alta, y de manera artificial, alrededor del cabezal de corte de la tuneladora, que gira dos veces por minuto. Esto se hace para que se puedan instalar una serie de paneles con los que apuntalar el túnel, con el objetivo de evitar que se derrumben toneladas de tierra sobre la máquina.

Mussolini

Esta se desplaza a una profundidad media de 25 metros, siempre por debajo de los restos arqueológicos. Eso no implica que no surjan los problemas, como ya ocurrió hace dos años con la estación de San Giovanni, ubicada a tres paradas de distancia de la que se situará cerca del Coliseo. Allí, los ingenieros encontraron más de 40.000 objetos de la época imperial (ánforas, lámparas de aceite, joyas y tuberías de irrigación de 2.000 años de antigüedad) que hoy están expuestas en la misma estación, convertida también en Museo.

El túnel de la línea C está a punto de pasar por debajo de los muros romanos de la ciudad. Por eso, la tuneladora tiene un sistema de emergencias por el cual bombeará hormigón en el suelo a la primera señal de hundimiento del terreno. «Aunque la estación se situará en el corazón del Foro, justamente ahí no hay restos arqueológicos a causa de la obra que Mussolini realizó allí en 1930», comenta la jefa de las obra, en referencia a la demolición de una colina que llevó a cabo el dictador, donde se destruyeron una gran cantidad de restos.


Ver en línea : ABC