Fuente: ABC

[Inglaterra] Una mujer española persigue a un agresor racista en el metro de Londres

Sin mediar palabra, el atacante dio un puñetazo a un pasajero antes de bajarse el vagón

El vídeo dura solo 30 segundos, pero ha sido objeto de atención y condena en las redes sociales y también publicado por las webs de casi todos los periódicos británicos. Sucedió el lunes, a las 3.40 de la tarde, en la estación de metro de Upton Park, en el Este de Londres. Un individuo blanco de cabeza afeitada, que está de pie, ataviado con una zamarra azul y unas playeras Nike, aprovecha que el convoy está parando y antes de bajarse propina un puñetazo a un hombre de tez morena, que está sentado acompañado por una mujer. La cabeza de la víctima retumba contra el cristal y el agresor escapa corriendo.

Pero la mujer reacciona y sale corriendo tras él, mientras grita en español «cabrón» e «hijo de puta». Por ahora los hechos son confusos. La policía dice que no medió provocación alguna, aunque no se sabe si las dos partes habían hablado antes del ataque. También se desconoce por qué había una tercera persona filmando con su móvil la escena y si estaba conchabado con el agresor.

El diario local «Evening Standard» asegura que la policía ha detenido en relación con los hechos a un hombre de 33 años, que ha quedado en libertad bajo fianza hasta la vista de caso el próximo 14 de noviembre.

La Policía Británica del Transporte ha facilitado un teléfono para todo aquel que pueda arrojar pistas: 0800405040. El vídeo fue subido a las redes sociales por el vicesecretario del Consejo de Musulmanes Británico, Miqdad Versi, con este comentario: «Ojalá que lo encuentren y se enfrente a la justicia por este despreciable ataque».

Los incidentes racistas y xenófobos se han disparado en el Reino Unido desde el Brexit. La diputada laborista Jo Cox, madre de dos hijos, fue acuchillada hasta morir a las puertas de su oficina electoral durante la campaña del referéndum. El agresor era un ultraderechista que está siendo juzgado. La apuñaló al grito de «Gran Bretaña primero». En la pequeña ciudad de Harlow, al Este de Inglaterra, un grupo de adolescentes lincharon a golpes a un trabajador polaco que comía una pizza. El detonante parece que fue que hablaba en su idioma.


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