Fuente: Sputnik

[Brasil] Comienzan detenciones por corrupción en las obras del Metro de Río

La Policía Federal brasileña lanzó la Operación Tolypeutes, una ramificación de la Operación Lava Jato que investiga una supuesta trama de corrupción en las obras de la línea 4 del metro de Río de Janeiro, construida para los Juegos Olímpicos del año pasado.

Por el momento ya hubo dos detenciones: fueron presos el director de la la Compañía de Transporte Ferroviario del Estado de Río de Janeiro (RioTrilhos), Heitor Lopes de Sousa Junior; y el actual subsecretario de Turismo del estado y ex subsecretario de Transportes, Luiz Carlos Velloso.

Los dos directivos del gobierno del Estado de Río están acusados de enriquecerse de forma ilícita con las obras; Lopes de Sousa, de hecho, era socio de dos empresas que prestaban servicios en las obras y recibía el dinero en efectivo en la propia zona de construcción, según los investigadores.

Entre 2020 y 2013 Lopes de Sousa habría recibido 5,4 millones de reales (1,7 millones de dólares) de esas dos empresas y la justicia ordenó su detención al detectar riesgo de fuga, ya que él y su mujer habían iniciado los trámites para obtener la nacionalidad portuguesa.

En total, en el marco de esta operación policial la Justicia determinó el bloqueo de 220 millones de reales (69,8 millones de dólares) de siete personas y de tres empresas.

La construcción de la línea 4 del metro de Río de Janeiro era un proyecto esperado durante casi 20 años y que finalmente se hizo posible gracias a los Juegos Olímpicos, siendo el principal legado que este evento deportivo dejó en la ciudad en materia de infraestructura.

La línea, con 16 kilómetros y siete estaciones, se empezó a construir en junio de 2010 y tras continuos atrasos se inauguró a pocas semanas antes de los Juegos Olímpicos, celebrados en agosto.

Informes del Tribunal de Cuentas del Estado de Río de Janeiro ya alertaron hace meses de que las obras podrían haber servido para desviar al menos 2.300 millones de reales (730 millones de dólares).

El tribunal describió "ilegalidades graves", como la contratación de materiales o servicios a un precio por encima a la media del mercado, decisiones que sirvieron para hinchar de forma artificial el presupuesto, corregido al alza varias veces.
La línea 4 del metro de Río de Janeiro acabó costando alrededor de 9.700 millones de reales (más de 3.000 millones dólares), casi el doble de los 5.000 millones de reales (1.500 millones dólares) previstos en el presupuesto inicial.

El gobernador del Estado de Río de Janeiro en la época en que empezaron las obras, Sérgio Cabral (Partido del Movimiento Democrático de Brasil) está detenido desde el mes de noviembre acusado de enriquecerse gracias a millonarios contratos de obra pública, aunque por el momento faltan detalles sobre su implicación en la trama del metro.


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