Fuente: Página|12

Más estaciones, menos pasajeros

Según un informe del Laboratorio de Políticas Públicas, los subtes porteños transportan un 10 por ciento menos de pasajeros desde su traspaso a la ciudad. La línea más usada es la B y la que menos pasajeros tiene es la E.

La red de subtes de Buenos Aires transporta un 10 por ciento menos de pasajeros desde su traspaso a la órbita del gobierno de la Ciudad en 2013, pese a haber ganado desde entonces 6 kilómetros de extensión e inaugurado 8 estaciones. El dato surge del informe sobre el funcionamiento de la red durante el año 2016, presentado por el Programa Subte.Data, del Laboratorio de Políticas Públicas. Su director, Rafael Gentili, dijo a Página|12 que “si bien el año pasado viajaron más pasajeros que en 2011, cuando se registró el pico más alto de pasajeros transportados (último año en que el servicio fue competencia del gobierno nacional), si se los mide con relación a los kilómetros de subte transportó menos.

Es posible que haya influido la tarifa, que en ese momento era igual a la del colectivo, pero también el Metrobús y, de manera más marginal, el uso de la bicicleta”. En tanto, el experto en transporte y director del sitio enelSubte.com, Martín Machain, sostuvo en diálogo con este diario que “a las tarifas se sumó una política de desatención de la red que deterioró el servicio, y una apuesta del gobierno por los colectivos, que hizo que la gente termine eligiendo en muchos casos este medio de transporte, como ocurre con la línea C que corre paralela al Metrobús de la 9 de Julio”.

Según el informe de Subte.Data, el proyecto de datos abiertos sobre el subterráneo que recolecta y procesa las cifras que le provee el gobierno de la Ciudad, en 2011 y con la tarifa al mismo valor que la del colectivo, viajaron 309.807.651 pasajeros, mientras que en 2016 lo hicieron 314.418.637 de personas. Sin embargo, desde enero de 2013, se sumaron a la red ocho estaciones: Flores y San Pedrito de la Línea A; Echeverría y Juan Manuel de Rosas en la Línea B; y Hospitales, Córdoba, Las Heras y Santa Fe en la Línea H, lo que implicó que la red pasara de 48 Kilómetros a 54 kilómetros.

A pesar de esta extensión, y aunque las líneas fueron recuperando viajeros, “si se hace una relación entre pasajeros transportados y kilómetros de la red de subte se observa que en realidad en 2016 viajó un 10 por ciento menos de pasajeros por kilómetro que en 2011 (5.822.567 p/km vs. 6.454.326 p/km)”, señala el informe.

Al respecto, Gentili sostuvo que “2011 fue un buen año económico y una situación excepcional, ese fue el pico máximo de transporte de los últimos 15 años. El traspaso implicó una perdida, pero después se fue recuperando y es una buena noticia porque tendrá que reducirse la necesidad de subsidios. “Además, todos los estudios muestran que la demanda de transporte público es inelástica, es decir no sufre mucha variación por el aumento de tarifas a largo plazo. De hecho venía creciendo mes a mes en comparación con el mes del año anterior. Cuando la tarifa se va a 7,50 en noviembre pasado, el subte transportaba más pasajeros que en 2015, pero ese crecimiento se detuvo respecto al mes anterior. Los datos de ese momento son una foto y muestran el impacto que tuvo el aumento, pero a lo largo del tiempo también puede haber impactado el metrobús que mejoró mucho los tiempos de viaje de los colectivos, y algunas personas prefieren viajar por la superficie aprovechando esa mejora. En ese sentido, aunque de forma mucho más marginal, el uso de la bicicleta también puede haber influido”, explicó Gentili.

Por su parte, Machain sostuvo que “además de que año tras año la tarifa del subte se encareció mientras el colectivo lo hizo en menor medida, también influyó la baja frecuencia de algunas líneas. En la 9 de Julio el Metrobús compite con la línea C: trenes de 1950, con señales de 1930, con puertas que no cierran y producen demoras, contra unidades que se renuevan cada 10 años, muchas con aire acondicionado, y una tarifa más baja, que al que viene del conurbano al tener que elegir le importa”.

El estudio que analizó el movimiento de los usuarios del subte durante el año pasado, a partir de la base de datos de pasajeros que ingresaron por molinete (sin incluir el Premetro), despliega una amplia información de la red subterránea desagregada: por líneas, meses, días hábiles e inhábiles, franjas horarias y rankings por estación.

El relevamiento detalla que de los 314.418.637 de pasajeros que circularon, el 88.31 por ciento viajó en días hábiles y el 11.69 por ciento lo hizo en días inhábiles (sábados, domingos y feriados).

En tanto, el ranking de transporte por línea muestra que los seis ramales se pueden dividir en tres niveles: el primero, encabezado por la línea B con 75.998.745 de pasajeros, seguida de cerca por la D (73.935.369); el segundo integrado por las Líneas A con 52.079.681 y la C con 41.187.414; y el tercero, a una distancia pronunciada de las anteriores, formado por las Líneas E en la que viajaron 18.983.877 personas y la H con 15.490.768.

A su vez, esos flujos de pasajeros se concentraron entre las 8 y las 20 horas. El mayor porcentaje se registró en la franja horaria de 16 a 20, en las Líneas A, B, D y H. Mientras que en las Líneas C y E el mayor flujo se registró de 8 a las 12 horas. En el total de las líneas, la mayor circulación se registró a las 18 horas con 25.501.566 pasajeros (a las 17 horas hubo 25.101.784) y a las 8 de la mañana 24.284.115 pasajeros. En todos los tramos horarios la Línea B fue la que trasladó mayor cantidad de pasajeros, excepto de 20 a 23, en que se impuso la Línea D.

Del análisis de los horarios surge otro dato de interés: el corrimiento de la hora pico que maneja Metrovías para reforzar las frecuencias. Gentili señaló que “hay un corrimiento en el horario pico, que es el tramo en el que el gobierno asumió el compromiso de tener la frecuencia de los subtes cada 3 minutos.Y si bien a la mañana se mantuvo la demanda dentro del rango de la hora pico que va de 8 a 10, no ocurrió lo mismo a la tarde. La franja que va de las 18 a las 20, sufrió un corrimiento: pasó a tener más demanda desde las 17, y a las 16 viajan más personas que a las 19”, y agregó de forma retórica que “una buena pregunta es por qué no cumplen con esa frecuencia en todo el horario, dado que del informe se desprende que el subte tiene una demanda muy sostenida a lo largo de todo el día”. Una de las respuestas posibles es la que se dio el mismo Gentili: “La línea E, por ejemplo, es un desastre, está abandonada, no tiene los coches que necesita para cumplir la frecuencia, es la línea más débil estructuralmente, la que menos pasajeros transporta”.


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